Una vez más hemos tenido la suerte de pasar fin de año en la Isla de Valdecañas, un auténtico oasis situada a los pies del embalse que le da su nombre. El tiempo durante estos días nos acompañó y además pude jugar con mi perro Ramón. Nunca había estado en un campo que admite perros y me parece increíble poder disfrutar del paseo y del golf con tu mascota. Valdecañas Golf es de los pocos campos de golf de España que, por ahora, es petfriendly.
Valdecañas Golf cuenta con un campo de golf de 18 hoyos diseñado por Álvaro Arana y os aseguro que es una obra de arte en sí misma. Cada hoyo está perfectamente integrado en el paisaje natural, ofreciendo unas impresionantes vistas del embalse y la sierra de Gredos.
Una de las cosas que más me gusta del campo es que combina a la perfección diversión y desafío. Las calles son amplias y están rodeadas de pinos y encinas, es un par 72 que te puedo asegurar que pone a prueba tu drive. Los greenes que están súper cuidados, son especialmente rápidos, tienen mucho movimiento así que no son especialmente sencillos. El terreno, sobre todo en los primeros 9 hoyos, cuenta con bastantes colinas lo que hace que en ocasiones los tiros sean ciegos por los cambios de rasante.

Es especialmente importante en este campo mantenerse en la calle (aunque diréis que en cuál no), ya que cuenta con un rough muy bien mantenido y denso que hace muy complicado sacar la bola con un hierro.
Pero lo que realmente hace especial a este lugar es su entorno natural. La isla está rodeada de agua cristalina y vegetación increíble. Es un verdadero refugio para la fauna local. Mientras jugamos tuvimos la suerte de ver águilas y garzas reales, un espectáculo para la vista. En múltiples ocasiones mientras juegas parece que lo estás haciendo rodeado de mar, tanto es así que cuando llegas al green del hoyo 4 descubres una preciosa vista del embarcadero.

La casa club tiene una terraza con increíbles vistas para disfrutar de esa cerveza que te toca pagar. El personal del golf es encantador: no dejes de charlar con Víctor, el Caddie Master del club, da gusto ver gente que disfruta de su trabajo.
Además del golf (por si vas con alguien que no juegue), la Isla de Valdecañas cuenta con muchas actividades familiares: paseos en barco, senderismo, pádel, tenis o si es verano relajarse en la playa artificial.
El campo de golf de la Isla de Valdecañas es más que un lugar para jugar al golf. Es un destino que ofrece una experiencia completa, donde puedes desconectar del mundo y conectar con la naturaleza y jugar al golf con tu perro. Si tienes la oportunidad, no dudes en visitar este rincón maravilloso de España.
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